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La Oreja de la Mula, o como subir más de mil metros muy cerquita de casa.
Efectivamente a sólo dos kilómetros de casa, se puede entrar en una etapa “pirenaica”. Solamente con salir de Antequera en dirección a la Sierra del Torcal, se abren muchas posibilidades, pero en esta ocasión, nos desviaremos hacia la carretera A-343 en dirección al Valle de Abdalagís.
A unos 10 Km. tomamos el desvío a la MA-4402, cruce hacia la Joya, en donde la cosa ya se pone seria, tras un falso llano, nos encontramos con 3 kilómetros con pendientes que van desde el 10% (las menos), hasta el 18 % (he registrado algún punto del 21%).
Es una pendiente realmente dura, y que se atraganta a más de uno. Esto lo he contrastado con ciclistas con mucho fondo, y realmente creo no exagerar. Una vez que rodeamos la Sierra de Chimeneas, y solventamos la última y dura rampa que nos queda, llegamos a una especie de Nava, en donde se divisa toda la zona de la Sierra de Huma, y el valle del Guadalhorce, a nuestro costado dejamos la base del Camorro Alto.
A partir de aquí, una pronunciada bajada hasta la pedanía de La Joya, gracias a Dios, recién asfaltada. Esta pedanía, de unos 1000 habitantes aproximadamente, tiene como principal actividad, la agricultura y la ganadería. Salimos del pueblo en dirección a Villanueva de la Concepción, y entramos en una sucesión de subidas y bajadas, con porcentajes muy fuertes, del 12, 13, y hasta el 19%, con curvas muy reviradas, y afortunadamente, casi sin tráfico, pasamos por un pequeño diseminado, “La Higuera”.
Al poco entramos en una bajada muy pronunciada con un 20% de desnivel, a la altura del complejo rural “Fuente del Sol”, que nos llevará hasta Villanueva de la Concepción, por el cruce con la MA-3403, teniendo siempre como testigo, la mole pétrea del Trocal. A partir de este momento, nos queda una subida sin descanso alguno.
Nada más salir del pueblo por la A-7075, tomamos la famosa carretera de subida a El Torcal, por la vertiente dura (la del Pueblecillo, como se la llama). Para los aficionados, no hay nada que decir que ya no se sepa. Subida sin descanso, casi ocho kilómetros, con pendientes del 8, 10, 12, y hasta el 16,5 % (y tal vez me quedo corto). Si se encuentra además con viento, normalmente desfavorable, la dureza se hace aún mayor, siendo necesario retorcerse en muchos tramos (testigos en primera persona han sido los profesionales de la Vuelta a Andalucía que ha pasado por aquí).
Tras vencer ésta última dificultad, ya afloja la pendiente a la altura de la Venta del Rosario, y las Pilas de Cobos, una fuente natural en la que muchos rellenan agua.
Pasado el cruce con el Torcal, ya nos espera una bajada continua hacia la Boca del Asno, y la Cuesta del Moro, dejando a nuestra izquierda el Camping, y el Nacimiento de la Villa, quedando como última dificultad una última rampa antes de entrar en Antequera, a la altura de la llamada Venta del Conejo.
Esta etapa, son 1200 metros de ascensión en poco más de 40 kilómetros, con subidas y bajadas continuas. Ya se haga en un sentido u otro, el recorrido es muy duro. Pero eso sí, muy gratificante.
Un día para dejar registradas en la agenda, buenas sensaciones para un globero, que quiere transmitir al que quiera perder un poco de tiempo en la lectura de esta ruta cicloturista.
