Diario de un globero - Rutas y crónicas cicloturistas................
  Riofrío
 

Antequera – Riofrío – Alazores – Trabuco – Antequera


 
Hacía más de veinte años, que no realizaba esta aventura de nuevo. Aventura, sí, para mí una verdadera aventura, puesto que realizar un cicloturismo de más de 100 kilómetros,  con el añadido de ser un recorrido quebrado, era un verdadero reto para este humilde globero, veinte años más cansado, dos décadas menos fuerte.

La mañana se levantó fresca, con una temperatura anormalmente suave. Para ser un día de mediados de julio, 14 grados invitaban a coger la bici y lanzarse a la carretera.

La carretera me dirigía en primera lugar hasta Archidona, a través de las Huertas del Río. Las rampas de acceso a Archidona, están descritas en el recorrido de la subida a la Virgen de Gracia, oscilando entre el 6 y el 8%. Una vez en las afueras de Archidona vamos en dirección a Salinas, a través de la carretera A-7200. Esta carretera transcurre por una sucesión de encinares, siempre picando suavemente hacia arriba.

Al llegar a Salinas, tomamos un carril de servicio, asfaltado, que  nos llevará hasta la minúscula localidad de Cuesta La Palma.

Seguimos adelante por la vía de servicio, que en este punto va paralela a la autovía A-92, con un asfalto, más deteriorado, con algún que otro pequeño tramo descarnado debido a las obras del AVE a Granada. Se divisa en este punto la Sierra de las Víboras, perfectamente identificable por la interminable sucesión de aerogeneradores que campan en su cumbre. Llegamos a un cruce elevado sobre la autovía y siempre hacia Riofrío, llegamos al poblado de Cuesta Blanca, una sucesión de casas encaladas, que imagino le darán su nombre. Comenzamos una bajada larga y pronunciada, con algunos tramos de un asfalto casi horrible al inicio del descenso. Cinco kilómetros de descenso, que dan paso a la bella localidad de Riofrío, uno de los objetivos del día.

Riofrío es una pedanía del municipio de Loja de unos 300 habitantes, convertida en un importante núcleo de restauración y hostelería. Es famosa por sus restaurantes, si, pero basado todo ello en la existencia de piscifactorías, alimentadas por el Río Frío, que surten de trucha a establecimientos de toda España. Más popularidad ha adquirido aún, desde que se está produciendo caviar de forma ecológica, exportando a todo el mundo. Pero lo mío hoy es admirar el precioso entorno del pueblo hermanado con su río, el cual le da su razón de ser. Tras llegar a la explanada, giramos a nuestra derecha, dejando atrás un bonito puente de piedra, entrando en una alameda que va junto al río, y que llena de sombra todo este tramo. Llegamos a la iglesia, y seguimos adelante hasta el final del pueblo, donde encontraremos una pequeña fuente con un agua fantástica.

A unos 200 metros giraremos a nuestra derecha y después a nuestra izquierda por las últimas calles del pueblo.

En este punto nos encontramos un pequeño y estrecho puente, totalmente recubierto de vegetación.

Ahora, nos encontramos una subida continua durante un kilómetro y medio aproximadamente. Esta subida es la que más dificultad en porcentaje presenta de todo el día. No baja en ningún momento del 10%, y pude comprobar que alcanzó hasta un 17% en algún punto, si mi chisme no me engañó.

Al final de esta cuesta, cruzamos un paso a nivel sobre el ferrocarril que viene desde Bobadilla, y comienza de nuevo una subida, esta vez muy cómoda, que nos hará llegar a nuestro segundo objetivo, el Puerto de los Alazores, a través de la carretera A-341. Este puerto, también descrito en nuestra web (Nava de los Alazores por Venta el Rayo), tiene una longitud de unos 20 kms. Su longitud, y el calor (si lo subimos en verano) es su dureza. Tiene una pendiente media del 3%, con picos del 6 y 7%. Pasamos por el pequeño poblado de Venta el Rayo, y poco a poco nos vemos rodeados por la sierra de Gibalto a nuestra derecha, y a nuestra izquierda la Sierra Gorda. Obvio es decir, que el paisaje es precioso. Casi al final de la subida, encontramos dos fuentes, ambas con un caudal generoso, y con un agua también bastante buena.

Al llegar a la Nava, tomamos el cruce hacia Villanueva del Trabuco, en una bajada constante (cuya subida se ha descrito también, en el capítulo Nava de los Alazores – Puerto del Boquete). Creo que es el tramo más bello de todo el recorrido.

Al finalizar la bajada, llegamos al cruce hacia Paneque, a donde nos dirigimos, once kilómetros de falso llano, que van casi paralelos a la A-92N. Tomamos un cruce a nuestra izquierda, tras rebasar un poste telefónico enorme, y entramos en unos 4 kilómetros con un asfalto infernal, que nos llevarán hasta la espalda de la Venta de Las Viñas.

En este punto, ya estamos de nuevo a los pies de Archidona, esta vez por su vertiente este. Nos espera con los brazos abiertos una cuesta de kilómetro y medio, con un 7, 8%, y con unos campos magnéticos, que hacen que te quedes pegado al asfalto.

Una vez en Archidona, otro tramo de descanso y bajada continúa casi hasta entrar en el anejo de Huertas del Río. Ya se le ve el fin a esta etapa, para mí maratoniana. De aquí hasta Antequera, pequeña subida por las angosturas de la Peña de los Enamorados, y ya tenemos de nuevo la comarca a nuestra vista.

 A l t i m e t r í a

 

 

 

 
   
 
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